Una visión que se queda corta
La Visión de la Agricultura y la Alimentación para 2040 presentada por el Comisario de Agricultura europeo, Christophe Hansen, ha despertado tanto esperanzas como dudas entre los agricultores. Aunque plantea objetivos positivos, se queda corta al ignorar problemas clave como la competencia desleal de los acuerdos comerciales de la UE y la creciente concentración en el campo.
Agricultura como moneda de cambio en los acuerdos comerciales
La agricultura no puede seguir siendo utilizada como moneda de cambio en los acuerdos comerciales de la UE, como ocurre con países como Marruecos y Mercosur. Estos acuerdos están perjudicando a los agricultores locales al permitir importaciones sin control, que empujan los precios a la baja y amenazan la rentabilidad de nuestros cultivos. El acuerdo con Marruecos, por ejemplo, ha eliminado el cultivo de la judía verde en España y está afectando gravemente al tomate cherry.
El peligro de la uberización del campo
Por otro lado, el proceso de “uberización” del campo, donde grandes corporaciones y fondos buitres acaparan las mejores tierras de regadío, pone en peligro el modelo social y profesional de la agricultura. Este fenómeno está llevando a la concentración de la producción, lo que limita las oportunidades para los pequeños agricultores y agrava la crisis del relevo generacional.
Tres medidas urgentes para salvar la agricultura
Desde COAG Guadalajara, creemos que la UE debe ir más allá de las buenas intenciones y tomar medidas concretas en tres aspectos fundamentales:
- Garantizar precios justos y rentas dignas para los agricultores, con un reequilibrio de la cadena de valor.
- Asegurar que los productos importados de fuera de la UE cumplan con los mismos estándares de calidad y seguridad que los nuestros.
- Apoyar la transición hacia un modelo agrícola sostenible, con inversiones, ayudas y formación que faciliten la adaptación al cambio.
El cambio real aún está por llegar
La Visión de la Agricultura para 2040 es un paso en la dirección correcta, pero sin un cambio real en las políticas comerciales y el apoyo necesario a los agricultores, seguirá siendo solo un conjunto de buenas intenciones.